En 2018 publiqué con la Editorial Malbec Ediciones mi primera novela de ficción histórica: "Entre la vid y el cielo". Desde el comienzo, concebí aquel manuscrito como el primero de varios libros que compondrían una saga literaria con un marco común - la Villa de Aspe del siglo XVII - y una idea de fondo: "somos polvo ennoblecido por los pasos de la eternidad en nuestra frágil existencia".
El primer libro dejó abiertos ciertos hilos argumentales que por una cuestión de ética literaria me he visto en la obligación de cerrar. Personajes como Bartolomé, Genaro o Francisco, que tienen un protagonismo secundario en aquél, han seguido remoloneando en torno a las musas que pueblan mis sueños hasta convencerme de la necesidad de poner voz a sus historias. En esta entrega se arroja luz sobre la vida de algunos de estos pobladores de la villa de Aspe de comienzos del siglo XVII.
Ésta es la razón por la que "Como el agua que corre" verá la luz en el verano de 2020, una novela histórica que, con un viaje como excusa, nos lleva a cuestionarnos sobre el sentido de la existencia humana cargada de miseria y trascendencia, errores y aciertos, pecados y redención en un viaje en el que debemos encontrarnos a nosotros mismos.
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