Pulgarcita

"El mundo ha cambiado tanto que los jóvenes deben reinventar todo"

Michel Serres (Francia, 1930) es un filósofo e historiador de las ciencias, miembro de la academia Europea de Ciencias y Artes y de la Academia Francesa. En su haber cuenta con una amplísima y variadísima bibliografía entre la que se encuentra "Pulgarcita" (2014).

En este libro, lejos de lamentarse de las limitaciones y dificultades con las que Pulgarcita se enfrenta a la sociedad en general y al sistema educativo en particular, Michel Serres hace un fabuloso encomio de las maravillosas posibilidades que albergan los jóvenes que viven en esta sociedad.

El sugerente título del libro surge del nuevo espacio que estos niños y jóvenes ocupan en el mundo; a diferencia de nuestros libros, cuadernos y pizarras, su mundo gira en torno al pulgar con el que abren ventanas, hipervínculos a cualquier concepto, contacto o realidad imaginable.

"Antes de enseñar lo que sea a quien sea, al menos hay que conocerle"

Pulgarcita es la abstracción de una nueva generación que nace de la revolución digital del siglo XXI. Hace referencia así a todos aquellos niños y jóvenes que nacen, crecen, se reproducen y mueren en una realidad hiper digitalizada y en un mundo cambiante (aquello que Zygmunt Bauman llamó " Sociedad líquida ").

Pulgarcita nace en la primera década del siglo XXI y toda su realidad neurológica, su psicología y la misma construcción del pensamiento está condicionada por el uso de la tecnología y la sociedad que esta propicia.

"¿Por qué a Pulgarcita le interesa cada vez menos todo lo que dice el portavoz (del conocimiento = el profesor)?"

Porque frente al saber escaso y secreto de épocas pasadas, ahora el conocimiento es sobreabundante y Pulgarcita lo lleva en el bolsillo, merced a un solo movimiento del pulgar.

Al parecer de Michel Serres, no podemos seguir lamentándonos por las características de una generación que crece sin saber de dónde vienen los alimentos que come, que no necesita banderas sino hashtags, que no ha conocido la guerra, el dolor ni la pérdida, que no puede perderse porque tiene entre sus manos (en el pulgar) el absoluto control del espacio que le rodea.

Tratamos de enjuiciar con criterios de un mundo que ya ha desaparecido las particularidades de un nuevo ser humano que vive en una nueva sociedad.

Como no podía ser de otra forma, el libro de Michel Serres "Pulgarcita" ha recibido también duras críticas referidas, sobre todo, a su contundente admiración por esta nueva "naturaleza humana", lo que se viene llamando el " ciberoptimismo ".

No puedo más que disentir de los reduccionismos que impregnan las diferentes críticas que he podido encontrar en la red. Si Serres hace un elogio de la generación Z es, precisamente, por el pesimismo que impera en una sociedad incapaz de salvar la brecha intergeneracional que agrieta hasta sus cimientos. No es sino el optimismo y la esperanza lo que le mueve a hablar, desde su corazón de profesor y abuelo, de una Pulgarcita que debe reinventar un mundo que se le deshace entre las manos.

"Quisiera que la vida me dejara tiempo suficiente para trabajar con ellos, a quienes he dedicado toda mi vida, porque siempre los he amado respetuosamente", dice a sus 84 años Michel Serres.

Entrevista a Michel Serres en Editorial Gedisa