La educación no formal o no reglada tiene cada vez mayor peso en nuestra sociedad y, por ello, la capacidad de aprender a aprender es fundamental para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida (long life learning).
La velocidad a la que se producen los cambios tecnológicos, digitales y laborales, la adaptabilidad necesaria para el mercado laboral y social... nuestros alumnos difícilmente comenzarán a trabajar y se jubilarán en un mismo puesto de trabajo, es más que probable que, incluso, cambien de ámbito profesional varias veces en su vida.
Parece imprescindible en este entorno desarrollar la habilidad para gestionar el aprendizaje a lo largo de toda la vida como se desprende de esta competencia clave incluida en el nuevo marco normativo.
Para su evaluación, podemos utilizar alguna de estas herramientas:
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