STEM, por sus siglas en inglés, se refiere al ámbito que engloban las Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Entre las competencias clave es una de las que más peso tiene en el desarrollo de habilidades para el siglo XXI. No obstante, el 20% de los trabajos actuales están dentro de las áreas STEM.
El enfoque STEM requiere el uso de métodos innovadores y alternativos de enseñanza y aprendizaje, tales como proyectos, prácticas de laboratorio y herramientas tecnológicas.
Tradicionalmente, estas disciplinas se han enseñado por separado, pero un enfoque interdisciplinario y aplicado aporta a los alumnos un enfoque de aprendizaje aplicado y enmarcado en situaciones del mundo real.
El desarrollo del interés científico de los estudiantes es uno de los principales objetivos de la educación STEM, así como la resolución de problemas del mundo real y utilizar la ciencia para comprender el mundo natural.
La Competencia Matemática, en Ciencia y Tecnología tiene este mismo enfoque y significado que la metodología STEM pues entraña la comprensión del mundo utilizando el método científico, matemático y la tecnología.
Pero para que el enfoque STEM tenga éxito, estas competencias deben ser evaluadas de forma flexible y aplicada. Para ello se deben generar situaciones de aprendizaje reales en las que aplicar estas habilidades que pueden ser evaluadas a través de herramientas como dianas de evaluación o escalas estimativas.
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